Fue en Cuenca, en un auditorio lleno de estudiantes, que el pasado 31 de octubre el presidente Daniel Noboa dijo que ChatGPT puede diseñar hasta una constitución.
«Nuestros equipos de comunicación hacen ciertas preguntas en ChatGPT para cosas sencillas, para un discurso, para diseñar hasta una constitución”.
El video se ha viralizado en redes en las últimas horas, despertando reacciones a favor y en contra. Para el analista político, Andrés Seminario, es una idea descabellada.
“Como funciona un proceso de construcción de una constitución, gente que se reúne, que tiene ideas diferentes y que trata de llegar a consensos y que negocia posiciones, ninguna LLM, ninguna inteligencia artificial puede negociar ninguna posición, simplemente obtiene lo que hay”.
Agrega que entonces sería en vano tener una Asamblea Constituyente si se piensa en utilizar una herramienta de inteligencia artificial.
“Ya se ha descubierto que la inteligencia artificial sufre de los mismos sesgos porque lo produce la gente que tiene sesgos”.
Por su parte, la experta en tecnología de la Espol, Carmen Vaca, afirma que utilizar este tipo de programa podría ayudar a tener un texto más preciso. Y pone como ejemplo países donde ya usan ChatGPT para crear discursos o texto legales.
«Tenemos un caso en Brasil para la municipalidad de Porto Alegre que se ha generado una normativa utilizando inteligencia artificial y allí se necesitan Human in the loop que utilizamos en computación para decir que si utilizas la tecnología, los resultados tienen que ser supervisados por un ser humano».
En lo que coinciden ambos expertos es que la democracia no se programa con algoritmos, y que debe primar la participación de organizaciones sociales, es decir, de humanos que tienen sentimientos y aportan valores.