Tras la difusión de imágenes en las que se observa a un militar golpeando con un arma los restos de un parabrisas de uno de los vehículos oficiales que formaban parte de la caravana presidencial atacada en Cañar, las Fuerzas Armadas aclararon que ningún miembro de su personal destruyó los automotores ni alteró los indicios del hecho.
«El personal militar no destruyó vehículos; retiró los vidrios rotos tras los ataques a la caravana presidencial para evitar accidentes y proteger vidas de quienes deben usar esos vehículos», señalaron las Fuerzas Armadas en un comunicado.
Este martes 7 de octubre, el vehículo en el que se transportaba el presidente de la República, Daniel Noboa, hacia un evento en el cantón El Tambo, en Cañar, fue apedreado por decenas de personas. Adicionalmente, otros carros que acompañaban el automotor del jefe de Estado resultaron con daños en su carrocería y vidrios. El ataque no dejó heridos.
La Policía Nacional capturó a cuatro hombres y una mujer, quienes enfrentan este miércoles la audiencia de formulación de cargos por el presunto delito de ataque o resistencia, tipificado en el artículo 283 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Los aprehendidos fueron trasladados a Cuenca.
Al menos ocho vehículos fueron atacados, entre esos el carro blindado del jefe de Estado.
Tras la embestida, la ministra de Energía y Ambiente, Inés Manzano, presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE). Aseguró que habían intentado matar al mandatario y que había huellas de disparos en su auto.
Estados Unidos, Brasil, Paraguay y otros países han expresado su rechazo al ataque contra la caravana presidencial.